Su misión es "importante para África". Así ha calificado el enviado especial de Naciones Unidas (ONU) para el Sahara, Christopher Ross, el trabajo que le ha sido encomendado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Ross, que ya se ha reunido con representantes marroquíes, entre ellos el monarca Mohamed VI, y con la parte saharaui en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia), declaró a la prensa que todos sus encuentros han sido "profundos e interesantes". En Tinduf, Ross se reunió con el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz.Para Ross, la solución a la cuestión del conflicto del Sahara "ha de tener en cuenta el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui", que estos días celebra el 33 aniversario de la proclamación, un 27 de febrero, de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Las celebraciones comenzaron ayer domingo y se alargarán hasta este sábado.El derecho a la autodeterminación queda recogido en la resolución 1813 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aprobada el pasado mes de abril. Una resolución que Marruecos aceptó a pesar de proponer un plan de autonomía para la zona que no contempla ese derecho de autodeterminación.Tras sus paradas en Marruecos y Tinduf, Ross completa su gira con escalas en Argel, Madrid, París y Washington, donde "intercambiará puntos de vista" y tratará de relanzar las negociaciones en el seno de Naciones Unidas. Unas negociaciones que tuvieron su última ronda hace ya más de diez meses y para cuya quinta fase todavía no hay fecha. Las negociaciones se vieron bloqueadas, además, después de que el antecesor de Ross en el cargo, el diplomático holandés Peter Van Walsum, no fuera renovado tras afirmar que la opción de la independencia para los saharauis no era realista. Desde las filas del Polisario, han reclamado a Ross estos días que se celebre un referéndum en el que el pueblo saharaui pueda decidir libremente entre la propuesta de autonomía marroquí o la independencia. Por su parte, Marruecos sigue insistiendo en su plan de autonomía para la zona, que descarta cualquier otra opción para el Sahara, que el reino alauí considera parte de su integridad territorial desde que se lo anexionara en 1975.